martes, 2 de febrero de 2010

RITORNO AL BAROCCO


El pasado fin de semana, después de participar en el V Congresso della Società Italiana delle Storiche, corrí a ver una gran exposición, Ritorno al Barocco, que podrá visitarse en Nápoles hasta el 11 de abril de 2010.
Todos conocéis a estas alturas mi pasión por Nápoles, que no deja de crecer, y ello pese a haber sido víctima en esta ocasión de unos niños que han llegado a romperme las gafas con un simpático balonazo: ¡il calcio a Napoli, sempre il calcio! Menos mal que siempre están allí la rica mozzarella, las pizzas de buenos ingredientes y los increíbles babás y sfogliatelle para endulzarle a una cualquier momento amargo...
Pero Nápoles siempre ofrece recompensas. Esta vez han sido, entre muchas otras, las iglesias de San Gregorio Armeno y Santa Maria delle Anime del Purgatorio... Y un sinfin de bellos lugares, el más grande de ellos: el Vesubio.


Ésta ha sido una gran exposición que ha involucrado a seis museos y palacios de Nápoles y a numerosas iglesias integradas en circuitos expositivos. Ha sido la ocasión de homenajear a Nicola Spinosa, un gran historiador del arte napolitano y a toda su trayectoria profesional. Entre los años setenta y ochenta, Nápoles acogió dos grandes exposiciones, La Civiltà del Settecento a Napoli y más tarde La Civiltà del Seicento a Napoli. Era momento de hacer balance sobre lo que ha sucedido en los estudios sobre el Barroco en Italia, en los dos últimos decenios. Sin embargo, el esfuerzo no parece haber sido el mismo en lo que se refiere a la profundidad del mensaje y la reflexión que le brindan al visitante. Tenemos ahora la oportunidad de ver un gran número de maestros del Barroco, pero también la hemos tenido en el pasado y la tendremos en el futuro. Cierto es que esta exposición ha ido precedida de una gran campaña de restauración de obras cuyos resultados los comisarios se han encargado ahora de mostrar. Pero el gran despliegue mediático no ha ido de la mano de un esfuerzo didáctico. Cuando se va a ver una exposición se espera disfrutar con las obras, pero también que le permita reflexionar sobre una problematica histórica. Siempre que esto no sucede, me parece una ocasión perdida.
De todos los espacios museográficos de Ritorno al barocco, los más atractivos son el Castillo Sant'Elmo (desde donde hice la foto del Vesubio que os he colgado) y el museo de Villa Floridiana (con fabulosas piezas de artes decorativas barrocas). Los dos hacen que merezca la pena el largo trayecto en funicular que hay que recorrer.

Quizá una de las citas más interesantes de Nápoles en estos momentos sea la exposición Barock en el museo Madre (Museo di Arte Contemporanea Donna Regina). Varios artistas (entre ellos, el popular Damien Hirst) reflexionan sobre qué queda del Barroco en la sensibilidad contemporánea y cómo se ve reflejado en sus obras. Se ha hablado mucho desde los años ochenta de la era neobarroca que estamos viviendo. Barock nos permite volver a pensar en ello.

Nápoles os permitirá gozar del Barroco, pero también de los azules del mar, como en esta imagen de Castel dell'Ovo. ¡Parténope bien vale una visita, amigos!
Un abrazo a todos y ánimo con los exámenes que se avecinan (para los que, pese a ello, han tenido tiempo de leer estas líneas ;-)

Diana Carrió-Invernizzi

1 comentario:

  1. Gracias por tu crónica, viajamos desde casa a Nápoles con tus palabras. Habrá que descubrir personalmente esos rincones y joyas barrocas que nos relatas.
    Nacho desde Udima.

    ResponderEliminar