domingo, 5 de diciembre de 2010

PASIÓN POR RENOIR

Bañista Rubia (1881)

Mis primeros recuerdos visitando museos están ligados a la pintura impresionista. Mi madre se esforzaba por contagiarnos de su emoción al contemplar aquellos cuadros llenos de color, de luz y de amor por la vida. Y...¡ha funcionado!. Esta semana hemos visitado la primera exposición monográfica de Renoir en España: PASIÓN POR RENOIR

Bajo el comisariado de Javier Barón, Jefe de Pintura del siglo XIX, el Museo del Prado junto con el Sterling and Francine Clark Art Institute han agrupado 31 obras del artista reunidas por el coleccionista norteamericano Robert Sterling Clark.

Para llegar a la sala que aloja la muestra, hay que pasar por otras zonas donde están las obras de Murillo y Velazquez. Se te van los ojos, quisieras tener tiempo para pasarte todo el día en el museo.

Pero volviendo a Renoir (1841-1919), enseguida te envuelve la delicadeza y sensualidad que despiden sus cuadros. Fue un pintor apasionado por su trabajo, "si no me lo pasara bien, dejaría de pintar", declaró una vez. Es interesante como consigue además que los espectadores nos sintamos relajados, alegres, casi felices al contemplarlo.

Las pinturas expuestas están fechadas entre 1874 y 1900 y recogen los géneros que Renoir trabajo: el retrato, el desnudo, la figura femenina, la naturaleza muerta, el paisaje y las flores.
De los cuadros de esta exposición, que claramente recogen las preferencias del coleccionista, mis preferidos son los motivos femeninos.
Palco en el teatro (1880)

Una escena cotidiana. Dos mujeres en el palco de un concierto. Podemos apreciar en esta obra la pincelada larga y la amplia gama de colores. Si nos fijamos en el negro del vestido descubrimos varios colores, lo mismo pasa con el fondo donde se piensa que había una figura masculina que finalmente fue rechazada .
Miradas serenas, dulces, mujeres ideales.


Muchacha dormida (1880)

En Muchacha dormida vemos una joven conocida de Montmartre por sus muchos amantes pero también vemos a través del ojo del pintor una mujer sensual en pose erótica que recoge un instante de placer y deseo. Las mujeres de Renoir para mi son perfectas, un poco irreales, sin rasgos de preocupación. Son reflejo de sentimientos, de emociones bellas.
Pierre-Auguste Renoir. Autorretrato (h.1875)

Este autorretrato fue expuesto en la segunda exposición impresionista en 1876. Me gusta porque la mirada tiene una profundidad que no encuentro en los rostros de las mujeres.



En Bañista Rubia (1881) (imagen al comienzo de esta crítica) se aprecia la influencia que tuvieron en Renoir los maestros antiguos, en concreto Rafael. Es una celebración de la belleza femenina donde la luminosidad y el perfil del cuerpo de la modelo contrastan con los colores del fondo.

El artista estudió y se inspiró en Tiziano, Rubens, Velazquez, Rafael pero fue también una referencia para artistas jóvenes del momento como Picasso o Matisse.

Enseguida acaba la exposición. Me ha gustado ,aunque se me ha hecho corta y me sobra un poco de tiempo. Decidimos hacer una visita rápida a otra maravillosa muestra que está solo dos pisos por debajo en el mismo museo: RUBENS

¡ Hay que verla! Yo misma tengo que regresar a esta maravillosa colección. Buscaba referencias en Rubens que hubiera apreciado en Renoir y encontré los colores, las flores y la belleza de las mujeres.

Salí del Museo del Prado queriéndome quedar.


1 comentario:

  1. Gracias, Sandra por tu testimonio de la exposición.
    A mí me gustó tener la posibilidad de disfrutar de Renoir, es uno de los grandes del Impresionismo. Pero me pareció que la exposición no constituía una ocasión para releer o reinterpretar la obra de Renoir a la luz de nuevos estudios, tampoco se ofrecía una nueva mirada. Pero repito que a nadie le amarga un dulce y esta exposición ha sido una maravilla.
    Diana Carrió-Invernizzi

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