Berlín cuenta con más de 170 museos y galerías, algunos de los cuales se cuentan entre los más importantes del mundo. Entre uno de los menos visitados, no por cuestiones de calidad sino de su temática y de la elección de los turistas, está el Museo Etnológico de Berlín. Se trata como el mismo Museo dice de un “gigantesco archivo de la diversidad cultural del mundo” ya que cuenta con 500.000 artefactos de la época pre moderna de todo el mundo. En nuestro viaje acompañados por el texto de Gombrich podemos encontrar representaciones de dioses africanos y mascaras que efectivamente dicen mucho con muy poco.
Objetos que nos recuerdan que no fueron creados para ser bellos sino para expresar o representar algo. Impresionante en el museo es la colección de embarcaciones primitivas. Con barcos de madera que pueden llegar a medir decenas de metros y a los que uno se puede acercar y los niños hasta trepar.
Uno no puede sino sobrecogerse ante la cantidad, variedad, creatividad y diversidad de expresiones que el hombre ha sido capaz de crear en cada cultura. El museo además está muy bien expuesto y es didáctico.
Se incluyen objetos ceremoniales, ornamentos, instrumentos musicales, cerámicas, etc.
De allí pasamos al Museo Nuevo de Berlín para explorar el arte egipcio.
Una obra de arte arquitectónica en sí misma; el Museo fue casi totalmente destruido al final de la Segunda Guerra mundial pero posteriormente restaurado por el famoso arquitecto ingles David Chipperfield.
La colección egipcia es comparable a las mejores del mundo y se centra principalmente en el tiempo del rey Akenaton. Por eso podemos aquí comprobar cuando Gombrisch afirma que la representación artística cambio en la época de este faraón. Y podemos mirar en vivo la obra a la que hace referencia.
Por supuesto que la que mas acapara nuestra atención es el busto de Nefertitis. Ante la cual uno se queda sin palabras. No es que sea perfecta, sin un ojo y con sus pequeñas arrugas pero es absolutamente bella.
Por ultimo pasamos a mi Museo preferido, el de Pergamon. No para visitar su mas famosa obra y por la que lleva el nombre, el altar de Pergamon (eso lo haremos cuando estudiemos grecia) sino para ver las increibles construcciones de Mesopotamia.
El Museo contiene, a tamano natural, la reconstruccion del camino procesional y la puerta de Ishtar de la antigua Babilonia.
El Museo contiene, a tamano natural, la reconstruccion del camino procesional y la puerta de Ishtar de la antigua Babilonia.
Uno se siente infinitamente pequeño al caminar entre esos muros azules, rodeado de leones y animales miticos.
Cada uno de estos museos ofrece tal cantiad de obras que me parece casi imposible conocerlos totalmene pero bien vale la pena visitarlos.
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La verdad que da gusto lo cuidadosos que son los alemanes para todo este tipo de cosas. Puede que no tengan cientos de obras de arte pero lo compensan con la dedicación que emplean en su cuidado y exposición. Yo estuve en Berlín hace un par de años y la ciudad me pareció una obra de arte en si, no al estilo de París o Roma, sino como el prototipo de ciudad moderna europea al que aspirar. Espero que estes disfrutando de tu estancia allí.
ResponderEliminarHola Milagros,
ResponderEliminar¡Qué buen reportaje cultural y gráfico por el Berlín arqueológico! De las obras que has comentado me llaman mucho la atención las del periodo de Amarna en el Egipto faraónico. Reconozco que Amenofis IV, Akenatón, es un personaje que me suscita un especial interés por lo enigmático de todo cuanto representa. En el arte provoca un cambio sustancial en el estilo egipcio tal y como venía representándose desde hacía más de mil quinientos años, y en lo religioso impulsa una auténtica revolución en contra del poder establecido en Tebas en torno a Amón, trasladando su centro religioso a Amarna, y desarrollando el culto al dios solar Atón.
Algunos autores han querido ver en Akenatón y en su religión monoteísta el primitivo origen del cristianismo, llegando incluso a identificar al faraón con Abraham, el personaje bíblico. De lo que no cabe duda es que existen ciertas similitudes entre la religión egipcia y el cristianismo, como puede verse entre otros lugares en el templo de Amada en Nubia, donde un relieve representa un primitivo ‘bautismo’ del faraón a partir de derramar sobre su cabeza símbolos ankh (llaves de la vida). Pero en fin, esto daría para algo más que un post … Para los interesados en este y otros misterios de la historia antigua, recomiendo mi novela ‘Los hijos de los dioses’.
Un abrazo,
Javier A.
Hola Milagros, gracias por publicar esa maravillosa foto de la Puerta de Ishtar, que preciosidad. A mí, como a Javier, Akhentaón también me parece un faraón especial, fué un revolucionario en lo religioso y en los artístico y el busto de Nefertiti tiene una belleza indiscutible. Me llamó la atención cuando estuve en Egipto las estatuas de Akhentaón que se conservaban a medio construir. Espero que nos sigas mostrando mas cosas de Berlin, es una ciudad desconocida para mí y me encantaría saber mas. Un saludo.
ResponderEliminarG. Mendoza
Hola Milagros:
ResponderEliminarEste pasado verano estuvimos en Alemania, visitando Munich, Friburgo, y varías ciudades más, todas ellas preciosas. El final de viaje fueron dos días en Berlín en los cuales estuve visitando el Museo de Pérgamo y la Antigua Galeria Nacional (buscando la obra de uno de mis pintores preferidos: Caspar David Friedrich). Me sobrecogió entrar en la gran sala donde se encuentra el Altar de Pérgamo y la gran sorpresa de ver la Puerta de Ishtar. Por cierto, se podían hacer fotografias en todo el museo excepto en la sala donde se encuentra Nefertiti. Un saludo.