sábado, 2 de abril de 2011

Mi pueblo; Castro Urdiales

Puede parecer un poco chovinista comenzar mi participación en el blog con una entrada sobre mi pueblo, pero que mejor manera de comenzar mi andadura que enseñaros esta pequeña joya en el norte de España. No quiero aburriros con los típicos comentarios sobre lo bien que se come, con las bonitas vistas sobre el mar Cantábrico que tiene, ni sobre sus playas, lo que pretendo, es enseñaros lo más característico de Castro Urdiales que tiene relación con la asignatura. Empezaré este recorrido por Castro Urdiales enseñando la iglesia gótica más representativa de este estilo en Cantabria, la iglesia de Santa María de la Asunción. Comenzó a edificarse en el siglo XIII, bajo el patrocinio de Alfonso VIII. Por su aspecto y tamaño parece una catedral, a lo que contribuye su privilegiada posición en un acantilado sobre el mar.
Su estructura tiene relación con el gótico francés de la región normanda y con la catedral de Burgos, que se estaba construyendo en esas fechas. Consta de tres naves paralelas y un ábside poligonal al que se abren tres capillas radiales alternadas con tramos rectos. En alzado destacan los grandes ventanales rasgados y los rosetones que iluminan la nave central; con los tres órdenes clásicos: arcadas, triforio y ventanas.
Los arbotantes que trasladan los empujes de las bóvedas de la nave central a los contrafuertes.
La fachada principal muestra las dos torres macizas enmarcando la portada, cuyas arquivoltas en su origen llevarían esculturas en bulto sobre peanas y protegidas por doseles.
En el interior sobresale la altura de la nave central; que proporciona una gran luminosidad al templo, cuyos pilares han debido ser reforzados con arcos en voladizo en el siglo XVI. Es de admirar la diferencia entre la distancia en el basamento de los pilares en relación con la del arranque de los arcos de la bóveda, efecto utilizado por el arquitecto para crear una ilusión óptica de amplitud espacial, que ha perjudicado la estabilidad de la construcción. El triforio presenta el mismo diseño que el de la catedral burgalesa. Las bóvedas son de crucería con ligaduras.
La escultura está representada por una soberbia imagen de la patrona, Santa María, en piedra policromada, de finales del siglo XIII, y un Cristo crucificado del siglo XIV, asi como otras obras de imaginería barroca del siglo XVII, como un notable Cristo yacente del taller de Gregorio Fernández y un Cristo de la Victoria, atribuido a Domingo de la Rioja. Mención especial merece el gran lienzo del Cristo de la Agonía, de Francisco de Zurbarán.
Aunque últimamente todos los castreños estamos un poco preocupados por el mal estado de nuestra iglesia, y es que este templo padece el conocido mal de la piedra. Su excepcional situación sobre el mar también es un problema, el salitre del aire, la humedad, las partículas en suspensión están realizando una labor destructiva en este histórico edificio. Todos estos elementos están transformando la piedra en arena.
Dentro del mismo recinto histórico nos encontramos con otra joya arquitectónica como es el Castillo-faro y el puente medieval. El Castillo-faro de Santa Ana fue construido durante el siglo XIII y XIV y está situado sobre un promontorio rocoso. Es de planta pentagonal con torreones cilíndricos. A su lado nos encontramos con el puente medieval o como lo llamamos aquí el puente romano; aunque no es un puente romano, es difícil eliminar de la memoria colectiva ciertos errores históricos. Su construcción fue paralela a las obras del Castillo-faro y de la iglesia de Santa María de la Asunción y junto a ellos forma el conjunto histórico de Castro Urdiales.
Es un pueblo ideal para perderse por su gran legado histórico, y conocer todas las culturas que por aquí pasaron, desde culturas neolíticas hasta los mismismos romanos. El emperador Cesar Vespasiano Augusto fue el fundador de la colonia de Flaviobriga en el año 74 d.C., que es la primera colonia a partir de la cual surgiría el pueblo de Castro Urdiales; pero esto es otra historia.
Para terminar quisiera enseñaros las vistas que tengo del conjunto histórico desde mi casa; es para dar un poquito de envidia sana a todos los que no tienen la suerte de vivir cerca del mar.

3 comentarios:

  1. Hola Rafael!!
    nada chovinista, porque Castro es un lugar precioso y se merece una entrada!!

    Bea M

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  2. Rafael, muchas gracias por este relato tan sentido de las maravillas de tu ciudad. Creo que todos nos morimos de ganas de ir. Nos has dado un paseo por todo el patrimonio de Castro Urdiales, así da gusto.

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  3. vuestra ciudad es una joya arquitectonica debeis poner empeño a toda costa en conservarla,deberia vuestro publo formar parte del patrimonio de la humanidad

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